Soy Sol Aracil, artesana de la lana, profesión que vengo desarrollando desde 2006.
Ejercí también durante diez años de madre de día y en diversos proyectos siempre relacionados con la infancia y en la observación del juego de los niños es donde me inspiro para la elaboración de mis juguetes.
Cuando entró mi hijo en la escuela Waldorf, me quedé maravillada de los trabajos en lana cardada que había en las aulas.
Dos meses después me ofrecieron apuntarme a unos talleres que iba a dar una mujer alemana, en la escuela. Fue mi primer contacto con ese maravilloso material, que sin duda me cautivó… todavía conservo mi primera muñeca.
Mi formación y auto formación fue y sigue siendo continua, conecté con esa parte en la que poder crear y disfrutar.
Más tarde comencé a impartir talleres en casa con un grupo de amigas. A esos cálidos encuentros matinales que tenían una continuidad semanal le sucedieron talleres mensuales de fin de semana y se complementaron con los encuentros por estación en un precioso lugar de la sierra de Madrid. Duraban todo el día, eran familiares y compartíamos comida, charlas y mucha creatividad. Comenzaban con la observación de la naturaleza y sus colores para plasmarlos en nuestros trabajos.